Miro
el reloj con los ojos a medio abrir, 4:40 de la madrugada de una noche en el
que calor y la humedad se han apoderado de la habitación. Pese al cansancio,
incapaz de dormir. Mi mente empezó su rutina, habitual desde hace demasiadas
noches.
Mente
y conciencia unidas en lo que a todas
luces parece ser una misión conjunta tocapelotas como único propósito parece ser desvelarme y poner
en marcha el engranaje necesario para pensar en mi vida mierder.
Preguntarme qué hacía yo en aquella situación, en aquella casa, en aquella cama, con aquella mujer. Tenía la sensación de que me había confundido de película. No era mi papel en el guión. No lo deseo. Quizás en un pasado si, pero la monotonía me estaba matando poco a poco, lenta pero implacablemente.
Preguntarme qué hacía yo en aquella situación, en aquella casa, en aquella cama, con aquella mujer. Tenía la sensación de que me había confundido de película. No era mi papel en el guión. No lo deseo. Quizás en un pasado si, pero la monotonía me estaba matando poco a poco, lenta pero implacablemente.
Al
principio, muy al principio, hubo una chispa de pasión. Pura ilusión La pulsión
del estómago se evaporó, como el alcohol de quemar. Las emociones se han ido transformando
en buena comida, hogar limpio, ropa planchada y lista en el armario y una
vocecilla agradable al llegar a casa, luego se unió otra. El juego, si es que
algún día lo fue, por algún motivo que no alcanzo a comprender ha dejado de ser
divertido.Ya no deseo llegar a casa, ya no espero nada, ni cosquillas en el estómago ni
mariposas revoloteando , más bien un oscuro vacio.
Me
levanto procurando no hacer ruido y me dirijo al cuarto de baño que es lo que
hace uno cuando se desvela y la vejiga parece recordarte que ya que te has
desvelado podías ir a aliviarla.Iba en calzoncillos como siempre, los vendedores
de pijamas habían dado en hueso conmigo, salvo unos días pasado en el hospital,
nunca recuerdo haber usado esa prenda inútil e innecesaria a mi modo de ver. Al
pasar, el hijoputa del espejo del pasillo me devolvió una imagen reflejada. Ya
sabes ,eso de que los niños, borrachos, leggins y espejos de pasillo no mienten
y bla..bla..bla..
Aunque siempre le ignoraba, esta vez me puse
de perfil. El abdomen hace tiempo que empezaba a tomar forma. Curva . Comía y
bebía más de la cuenta, la puta ansiedad o como lo quieras llamar es lo que tiene,
que ejercer una atracción hacia la nevera imposible de contener. Aunque eso los
médicos y los estudios de gente sesuda nunca te lo cuenten ,si estás jodido
sientes atracción hacia el frigo, eso es así de toda la puta vida. Sobre todo la
cerveza fría, esa tiene imán de neodimio de esos.
¿Qué otra cosa puedo hacer? Quiero vivir, asi de simple. Quiero una vida distinta a la que tengo. Sin desvelos de madrugada, sin sábados viendo la televisión. No recuerdo cuantos años hace que he dejado de ser dueño de mi mismo, echo de menos mi independencia, incluso para desperdiciarla. Pero ya no estoy solo, esa es la realidad.
Llegar
a casa y tirarse en el sofá con unas cervezas a ver la Fórmula1, las motos o lo
que se tercie. sin sentirme culpable por alguna obligación no cumplida. Me
apetece llegar a mi hogar y desprenderme de la ropa y dejarla tirada allí donde
cayera sin tener a una persona detrás que te grita que la recojas. Ponerme una
camisa sucia ,rota y vieja que lleva conmigo media vida sin que nadie me
recuerde que debería de tirarla o que me mire o juzgue por la apariencia de andrajoso
que puedo tener en ese instante en la intimidad de mi puta casa.
Recobrar mi libertad, mi independencia. Que venga la soledad esa y me la echo de amante pero a la voz de ya.
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